NO TIENES TIEMPO PORQUE VIVES HACIENDO SCROLL EN REDES.
Mira.
Si no vas a leer esto porque te da pereza, mejor no te suscribas.
Porque si no lees esto, menos vas a leer los correos que te voy a enviar.
Así no pierdes más tiempo…
aunque ya lo estás haciendo, viendo redes sociales.
Ahora sí.
El 90% de las personas que llegan a mí buscando poner en orden su vida y avanzar, terminan haciendo el mismo ejercicio: medir cuánto tiempo pasan en redes sociales.
La respuesta siempre es una locura.
15 horas a la semana, a veces más.
UNA LOCURA!
Y claro, siempre hay alguien que dice:
“Ah, pero es que yo creo contenido.”
Mi amor, crear contenido no te hace pasar 15 horas en la app.
Eso no es crear, eso es consumir.
Y no te lo digo para que dejes de crear.
Te lo digo porque una cosa es crear, y otra muy distinta es perderte haciendo scroll.
¿Tienes idea de lo que podrías avanzar si esas horas las inviertes en lo que Dios te llamó a hacer?
Mis clientes lo saben.
Por eso cada vez paso menos tiempo en Instagram y más en el lugar donde las conversaciones sí transforman: el correo.
Leer un correo te toma 2 a 5 minutos.
Yo envío unas tres lecciones por semana.
Eso son 15 minutos en total.
¿Puedes invertir 15 minutos de tu semana en algo que puede cambiarte la manera de ver tu vida?
Porque el scroll en redes parece inofensivo, “solo un minuto”, pero termina robándote horas, energía y paz.
Y al final, te deja con esa sensación de ansiedad, comparación e insuficiencia.
Mis correos hacen lo contrario.
No te roban tiempo.
Te lo devuelven.
Con historias reales, aprendizajes de mi día a día, y lecciones que no caben en un reel ni en unas historias de Instagram.
No son correos corporativos ni promociones aburridas.
Son mensajes que escribo desde mi vida real, donde muchas veces desnudo mi corazón para recordarte el regalo que Dios te da cada mañana: el tiempo.
Y si el tiempo no regresa…¿por qué gastarlo haciendo scroll?